Consideramos que los niños pueden y deben acceder a los diversos temas que el hombre se plantea, y nos plantea, a través de los libros, porque creemos que la lectura, como tantas otras actividades, ayuda a la construcción de nuestra propia visión del mundo.

Algunos adultos suelen preguntarse: ¿qué ocurre con los libros cuando los niños dejan de leerlos?

Una posible respuesta sería: ¡se cargan en enormes naves espaciales y se mandan a las estrellas! En realidad, los libros se parecen a las estrellas que brillan en el cielo nocturno. Existen tantas que no se las puede contar y se encuentran tan lejanas que no nos animamos a llegar hasta ellas. Pero imaginemos qué profunda sería la oscuridad si algún día todos los libros, esos cometas de nuestro universo cerebral, se extinguieran y dejaran de irradiar su infinita energía de conocimiento humano e imaginación… Un pequeño lector de La Nube nos respondió que no hay que preocuparse por eso porque siempre hay otro chico que viene después con ganas de leer la misma historia. Y esto es exactamente lo que ocurre con el Club del Libro, donde un niño elige y se lleva a casa una historia para leer, cuidar y compartir porque sabe que, cuando la devuelva, otro chico la estará esperando. En este proceso de construcción del lector es muy importante la presencia y participación de los padres acompañando al niño y compartiendo en principio la elección y lectura del libro, hasta que poco a poco, pueda leer solo.